Una manera interesante y útil de enfrentar los problemas que los hijos presentan en la convivencia diaria es intentar solucionarlos con ellos.
Esta postura es totalmente diferente a culpar al niño, acusarle, castigarle, etc. Significa, por el contrario, centrarnos en el problema, y junto con el niño buscar alternativas para solucionarlo.
La ventaja de este acercamiento es que implicamos al niño en la solución; entonces él la ve como más personal, más razonable, y pondrá más cuidado en que la situación mejore.
¿Qué hay que tener en cuenta para la resolución conjunta de problemas?
En "Cómo hablar para que sus hijos estudien en casa y en el colegio" se exponen los pasos de este método de resolución:
1- Escuchar el punto de vista del niño acerca del problema y reconocer sus sentimientos y necesidades.
2- Resumir el punto de vista del niño.
3- Exponer nuestro punto de vista y expresar también nuestros sentimientos y necesidades
4- Pensar conjuntamente en soluciones, a modo de tormenta de ideas (brainstorming), anotando todas las alternativas.
5- Elegir la/s mejor/es soluciones y cómo llevarlas a la práctica.
Voy a poner como ejemplo el del niño que repetidamente llega tarde a casa de jugar en la calle después de venir del colegio.
1-Escuchar el punto de vista del niño acerca del problema y reconocer sus sentimientos y necesidades.
Adulto: Veo que estás llegando últimamente tarde, y apenas tienes tiempo para hacer luego los deberes.
Niño: Es que me entretienen porque todos se quedan más tarde que yo; como no tengo reloj, se me pasa el tiempo y cuando quiero darme cuenta…
2- Resumir el punto de vista del niño.
Adulto: Veo que no lo haces queriendo y que te gustaría quedarte más tiempo…
3- Exponer nuestro punto de vista y expresar también nuestros sentimientos y necesidades:
Adulto: Creo que si te quedas más rato no llegarías a tiempo para acabar las tareas. Cuando veo que se acerca la hora de la cena, me pongo nervioso viendo cómo se echa el tiempo encima…
4- Pensar conjuntamente en soluciones, a modo de tormenta de ideas (brainstorming), anotando todas las alternativas.
Ejemplos de posibles soluciones aportadas por el Niño:
-Quedarme 15 minutos más
-Que me hagáis una llamada perdida al móvil cuando falten 5 minutos, así me iré haciendo a la idea…
-Si tuviera un reloj, no se me pasaría la hora…
-Si un día no me da tiempo, poder acabar los deberes después de cenar
Ejemplos de posibles soluciones aportadas por el Adulto:
-Si un día llegas tarde, al día siguiente no bajarás.
-No bajar hasta que no tengas la mitad de la tarea acabada
5-Elegir la/s mejor/es soluciones y cómo llevarlas a la práctica:
En este paso el adulto y el niño analizan las diferentes alternativas, eliminando las que no gustan o no se ven viables.
Una solución consensuada, teniendo en cuanta las alternativas planteadas podría ser, por ejemplo: “Dejarle 10 minutos más, con un reloj para autocontrolar el tiempo. Si un día llegara tarde se quedaría al día siguiente sin bajar a jugar”
Lo importante es centrarse en el problema, tener en cuenta los sentimientos de ambas partes y buscar una solución de manera conjunta.
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