LA PSICOLOGIA DE LOS NIÑOS

Así como un árbol se ve afectado por la calidad



del aire, el agua y el suelo en su medio, la salud



emocional de los niños está determinadapor la



calidad de las relaciones íntimas que los rodean.



domingo, 19 de septiembre de 2010

¿Cómo mantener una entrevista con el profesor de tu hijo?

CÓMO MANTENER UNA ENTREVISTA CON EL PROFESOR DE TU HIJO


Todos los cursos los padres deberían mantener al menos una reunión individual con el profesor de su hijo, aunque cuando se presente algún problema de aprendizaje y/o adaptación, lo normal es que sean más de uno los encuentros con el profesor.
-Saber mantener una entrevista con el profesor es una habilidad muy importante que le podrá reportar grandes beneficios a lo largo de los numerosos años de vida escolar del niño.

1- Cuando existe un problema se tiende a entrar directamente hablando del aspecto negativo. Si encuentra algo negativo en la conducta del profesor no es buena idea empezar hablando de eso (“Pedro se aburre en la clase de Matemáticas”).

Es mejor comenzar haciendo algún comentario positivo, centrándose en algún aspecto real que le haya comentado su hijo:

“Pedro se lo pasa muy bien en su clase de manualidades”

2- No ataque directamente al profesor recriminándole lo que hace mal (“Usted nunca elogia a mi hijo”).

En su lugar es preferible comentar lo que cree que su hijo necesita:

“A Pedro le encanta cuando lo elogia delante de todo el grupo” o “Pedro necesita que se le elogie para interesarse por la tarea”

3- No es bueno ocultar información del funcionamiento del niño en casa ("Pedro hace los deberes todos los días").

Es preferible dar información que sirva al profesor para conocer la verdadera situación en el aspecto educativo:

“Pedro hace los deberes todos los días, pero tengo que estar con él para que no se distraiga”

4- No se niegue a colaborar con lo que le proponga el profesor (“Llego a casa a la hora de la cena, no puedo revisarle los deberes a Pedro”).

Es conveniente que busque una alternativa de colaboración (“Después de la cena sí puedo sentarme un rato con Pedro”)

5- Y, finalmente, cumpla los compromisos a los que llegó con el profesor.

¿Qué hay que tener en cuenta para la resolución conjunta de problemas?

Una manera interesante y útil de enfrentar los problemas que los hijos presentan en la convivencia diaria es intentar solucionarlos con ellos.

Esta postura es totalmente diferente a culpar al niño, acusarle, castigarle, etc. Significa, por el contrario, centrarnos en el problema, y junto con el niño buscar alternativas para solucionarlo.

La ventaja de este acercamiento es que implicamos al niño en la solución; entonces él la ve como más personal, más razonable, y pondrá más cuidado en que la situación mejore.

¿Qué hay que tener en cuenta para la resolución conjunta de problemas?

En "Cómo hablar para que sus hijos estudien en casa y en el colegio" se exponen los pasos de este método de resolución:

1- Escuchar el punto de vista del niño acerca del problema y reconocer sus sentimientos y necesidades.
2- Resumir el punto de vista del niño.
3- Exponer nuestro punto de vista y expresar también nuestros sentimientos y necesidades
4- Pensar conjuntamente en soluciones, a modo de tormenta de ideas (brainstorming), anotando todas las alternativas.
5- Elegir la/s mejor/es soluciones y cómo llevarlas a la práctica.

Voy a poner como ejemplo el del niño que repetidamente llega tarde a casa de jugar en la calle después de venir del colegio.

1-Escuchar el punto de vista del niño acerca del problema y reconocer sus sentimientos y necesidades.

Adulto: Veo que estás llegando últimamente tarde, y apenas tienes tiempo para hacer luego los deberes.

Niño: Es que me entretienen porque todos se quedan más tarde que yo; como no tengo reloj, se me pasa el tiempo y cuando quiero darme cuenta…

2- Resumir el punto de vista del niño.

Adulto: Veo que no lo haces queriendo y que te gustaría quedarte más tiempo…

3- Exponer nuestro punto de vista y expresar también nuestros sentimientos y necesidades:

Adulto: Creo que si te quedas más rato no llegarías a tiempo para acabar las tareas. Cuando veo que se acerca la hora de la cena, me pongo nervioso viendo cómo se echa el tiempo encima…

4- Pensar conjuntamente en soluciones, a modo de tormenta de ideas (brainstorming), anotando todas las alternativas.

Ejemplos de posibles soluciones aportadas por el Niño:
-Quedarme 15 minutos más
-Que me hagáis una llamada perdida al móvil cuando falten 5 minutos, así me iré haciendo a la idea…
-Si tuviera un reloj, no se me pasaría la hora…
-Si un día no me da tiempo, poder acabar los deberes después de cenar

Ejemplos de posibles soluciones aportadas por el Adulto:
-Si un día llegas tarde, al día siguiente no bajarás.
-No bajar hasta que no tengas la mitad de la tarea acabada


5-Elegir la/s mejor/es soluciones y cómo llevarlas a la práctica:

En este paso el adulto y el niño analizan las diferentes alternativas, eliminando las que no gustan o no se ven viables.

Una solución consensuada, teniendo en cuanta las alternativas planteadas podría ser, por ejemplo: “Dejarle 10 minutos más, con un reloj para autocontrolar el tiempo. Si un día llegara tarde se quedaría al día siguiente sin bajar a jugar”

Lo importante es centrarse en el problema, tener en cuenta los sentimientos de ambas partes y buscar una solución de manera conjunta.

Para que los niños colaboren es mejor 'Querrías' que 'Podrías'

Para que los niños colaboren es mejor 'Querrías' que 'Podrías'

Para que los niños colaboren es más efectivo el uso de técnicas de disciplina positiva, que no emplear el castigo, la amenaza, los gritos o los malos modos. Recordemos que las técnicas positivas son las que se basan en el respeto hacia los niños.

Una de las técnicas más sencillas, y de las más efectivas, es la de pedir las cosas, en vez de mandar, ordenar o exigir.

A veces, asediamos a los niños con una orden tras otra: haz esto, pórtate bien, cállate, guarda los zapatos, ponte a hacer los deberes, no hables con la boca llena…

En ocasiones podemos llegar a dar una orden sin que se haya acabado de realizar la anterior. Puede parecer normal que algunos niños acaben por no escuchar a los adultos.

¿Cómo nos sentiríamos si en el trabajo estuvieran dándonos continuas órdenes?

Seguramente hacemos las cosas mejor cuando nos las piden que cuando nos mandan u ordenan hacerlas (sobre todo de manera continua).

La mejor fórmula para pedir una cosa es la de “¿Quieres…?” o también la de “¿Querrías…?”

Es importante evitar preguntas que puedan llevar a la confusión. Es el caso de las preguntas “¿Podrías…?” o “¿Puedes…?”

Si analizamos estas dos frases, veremos que no transmiten el mismo mensaje:



¿Podrías ponerte el pijama y acostarte?
¿Querrías ponerte el pijama y acostarte?


Se está mandando al niño con una frase que contiene mensajes confusos (por ejemplo, no te estás portando bien, deberías acostarte ya, no debería pedírtelo, etc.)


Se está pidiendo claramente al niño si quiere ponerse el pijama, y se le da la opción de no hacerlo. Con esta pregunta se está favoreciendo la cooperación.

lunes, 26 de abril de 2010

Los padres y la culpa

Muchas veces, cuando los chicos van al jardín, tanto el papá como la mamá sienten culpa. Suele ocurrir que frente a este sentimiento, los padres intentan compensar esa falta dándole a sus hijos cosas del orden de lo material. En ocasiones puede suceder que sobreprotejan a sus hijos porque sienten que algo malo están haciendo al dejarlos. EL problema puede comenzar cuando los niños se dan cuenta de esto y así empiezan los famosos "manejos" y la falta de límites.

Lo que primero deberían comprender los papás es que la culpa que sienten es de ellos y no de los chicos ya que los niños no lo ven de esa manera.

Una vez que lo niños logran ir al jardín de infantes y quedarse "bien", los que también tienen que aprender a separarse de sus hijos son los padres. De lo contrario podría generarse una situación conflictiva para el niño y no es bueno exponerlos a esa vivencia. Este es un aprendizaje que deben hacer tanto los grandes como los pequeños ya que separarse no es tarea fácil.

Muchas veces las abuelas suelen ser las que cuidan a los chicos cuando los padres trabajan. Para muchos padres esta alternativa es ideal porque saben que el bebé/ niño va a tener atención exclusiva y se le garantizan un amor familiar.

Es fundamental que el papá y la mamá evalúen qué es lo mejor para ellos y para el chico cuando elijan cómo y quién cuidará de su hijo mientras ellos están fuera de casa. Si los padres sienten que el niño está bien cuidado seguramente puedan separase mejor de él a la hora de dejarlo ya que están tranquilos de que el hijo está bien. Al mismo tiempo esto podrá ayudar a no sentir tanta culpa.